¿Quién no ha dicho nunca que se siente estresado? ¿Cuántas veces pensamos que las actividades que realizamos a diario son estresantes? Veamos juntos qué es exactamente el estrés crónico y qué consecuencias físicas, emocionales, sociales, mentales puede acarrear si no sabemos reconocerlo y afrontarlo de la forma adecuada.
El trabajo, la familia, una discusión con la pareja, un tren retrasado, una factura con dificultad para pagar… El estrés nos involucra a todos y atañe a aspectos cotidianos de la vida en común. No solo eso: el estrés también puede ser benévolo y útil de alguna manera.
Si pasamos nuestros días sintiéndonos estresados y estos días se prolongan durante semanas y, a veces, incluso meses, entonces podrían presentarse síntomas negativos y peligrosos para nuestra salud.
¿Qué es el estrés crónico?
Es una situación externa que nuestro cuerpo y mente perciben como peligrosa, dañina, hostil. Nuestro cuerpo reacciona ante esta situación activando algunas respuestas como, por ejemplo:
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Respiración acelerada
- Contracción muscular
- Aumento de la presión arterial
Entonces, si bien es cierto que la respuesta al estrés es similar para todos (taquicardia, disnea, presión arterial alta y músculos contraídos), en cambio, es muy diferente para cada uno de nosotros lo que causa esta respuesta.
El manejo del estrés crónico también es diferente de persona a persona. Algunos son incapaces de hablar en público: esta situación genera estrés y la respuesta sintomática y corporal que se activa es bastante común (frecuencia cardíaca acelerada, sudoración, sequedad de boca).
Entre las principales causas está ciertamente el estrés laboral, el más común y extendido, pero también el relacionado con la preparación al matrimonio, el estrés del embarazo, el estrés de la graduación o antes de un examen importante.
¿Cuáles son las consecuencias del estrés prolongado o crónico en la salud mental y física?
Estos síntomas, que son el resultado de una condición de estrés prolongado (respuestas solicitadas diariamente por largos períodos por eventos o situaciones percibidas como peligrosas) pueden traernos una serie considerable de problemas de salud: no son más que consecuencias por estrés crónico o prolongado.
En la práctica, sufrir estrés de forma continuada -con los síntomas enumerados anteriormente a modo de alarma- puede tener importantes efectos sobre nuestra salud (y sobre aquellas personas que dependen de que tengamos una buena salud) y auténticas dolencias colaterales.
Efectos en la salud mental
El estrés crónico o prolongado puede tener efectos en la salud mental. Los síntomas relacionados con la mente -como falta de buen humor, vaivenes, sensación de agobio y pérdida de control- pueden llevar a la persona que sufre estrés prolongado a sufrir también depresión, ansiedad y personalidad. La llamada crisis nerviosa es un ejemplo típico de una consecuencia del estrés prolongado.
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Efectos en el cuerpo humano
Debido a la taquicardia y los síntomas relacionados con la alimentación, el estrés crónico puede conducir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como hipertensión, infartos y accidentes cerebrovasculares.
Sistema nervioso
El aumento de radicales libres como consecuencia de un estrés crónico, noches de insomnio, pérdida de apetito o viceversa, la ingesta compulsiva ligada al sistema nervioso puede estar desencadenando enfermedades cardiovasculares.
Hambre nerviosa o pérdida de apetito
El estrés prolongado puede provocar hambre nerviosa o hambre por estrés y conducir a la obesidad y otros trastornos alimentarios. En otros casos, sin embargo, las personas que sufren de estrés crónico pueden caer en náuseas por estrés, pérdida de apetito y pérdida de peso relacionada con el estrés.
Problemas menstruales
El estrés severo puede hacer que la menstruación le vuelva irregular o hasta desaparezca, a menudo relacionado con la pérdida de peso relacionada con el estrés o viceversa, una menstruación abundante y dolorosa.
Disfunción sexual
La ansiedad por estrés combinada con la depresión puede provocar disfunción sexual, como impotencia y eyaculación precoz en hombres y pérdida del deseo sexual tanto en hombres como en mujeres.
Problemas de piel y cabello
El estrés es responsable de algunos de los problemas más comunes de la piel y el cabello, como el acné, la psoriasis, el eccema y la alopecia.
Problemas gastrointestinales
Como dolor de estómago por estrés, náuseas y diarrea por estrés, reflujo gastroesofágico, gastritis, colitis ulcerosa y colon irritable.
¿Cómo lidiar con el estrés crónico?
El estrés es un componente diario y “natural” de todas nuestras vidas. No podemos evitar situaciones que nos parecen peligrosas, riesgosas, dañinas o difíciles. Al no ser una enfermedad, no existen medicamentos que puedan curar el estrés. Mejor dicho el «distrés», que es el aspecto negativo del estrés.
Lo que sí se puede hacer, sin embargo, es actuar sobre los síntomas según su gravedad y su persistencia en el tiempo.
Por ejemplo, aprende a meditar y hazlo todas las mañanas. Si el estrés es crónico y existe riesgo de aparición de uno o varios problemas de salud (obesidad, depresión, alopecia, psoriasis, hipertensión arterial…), entonces es recomendable contactar con tu médico. Por otro lado, es oportuno contactar con un psicólogo si crees encontrarte en un estado depresivo, con desganas y apatía, o con mucha ansiedad. Unas condiciones que están perjudicando tu funcionamiento regular en el día a día.
Conocer los síntomas y las consecuencias es útil para comprender cuándo y cómo contactar a tu médico y cuándo a un psicólogo.
Los beneficios de aprender a manejar el estrés pueden incluir paz, menos ansiedad, mejores funciones cognitivas (memoria, atención, comprensión, etc.), una mejor calidad de vida, mejoras en condiciones como presión arterial alta, mejor concentración y autocontrol, y relaciones saludables. También puedes vivir una vida más larga y saludable.
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Conclusión
El impacto del estrés constante en la salud humana es devastador. No permite que el cuerpo salga de un estado de tensión. Debido a esto, casi cualquier sistema puede fallar. Pero, en algunos casos, el estrés no siempre es malo. El estrés a corto plazo entrena el cuerpo y lo prepara para el estrés grave.
Las razones para preocuparse pueden ser diferentes. Muy a menudo, esto es una amenaza para la salud, problemas en la familia o en el trabajo. Sin embargo, el daño que el estrés le hace al cuerpo depende de tu estilo de vida y hábitos. Una dieta saludable, el sueño adecuado y el ejercicio regular facilitan el manejo del estrés.
Te invito a reconocer el perjuicio que tu nivel de estrés está causando en tu vida y a pedir ayuda lo antes posible. Cuanto antes la pidas antes podrás recuperar cierta calidad de vida. Estoy aquí para ayudarte y sabré cómo hacerlo.