A lo largo de la vida vivenciamos, a veces de manera imperceptible, muchas ganancias y muchas pérdidas. Perder a un ser querido, el trabajo, una relación afectiva u otra relación significativa implica tener que hacer un proceso de duelo.
El proceso de duelo para el doliente puede resultar más o menos complicado dependiendo del tipo de pérdida. El duelo es un proceso natural individual y que se da cuando experimentamos la pérdida de alguien o algo que consideramos significativos en nuestra vida.
Objetivos de la intervención
El acompañamiento terapéutico, tanto individual como familiar, tiene el objetivo de ayudar a la persona que ha sufrido la pérdida en el tránsito durante un periodo de fase de adaptación.
El acompañamiento terapéutico en un proceso de duelo capacita para seguir adelante con una vida en la cual a pesar de la pérdida vivenciada pueda seguir habiendo un buen nivel de bienestar tanto psicológico como emocional y físico (puedes leer sobre mi proyecto ‘Vida en Color‘).
Aunque sea un proceso natural el proceso de duelo puede volverse algo complicado, dependiendo de los recursos personales que la persona tiene en un determinado momento de su vida, así como del tipo de pérdida y circunstancias relacionadas con ella.
Un duelo que no esté bien procesado puede hasta llevar a algún tipo de trastorno del estado de ánimo, por ejemplo depresión y ansiedad, o problemas para dormir o para llevar bien a cabo las actividades diarias básicas o las profesionales.
Además, pueden presentarse dificultades para volver a relacionarnos con los demás, soledad extrema, sensación de desesperanza y consecuencias extremas como actos de autolisis, suicidio.
¿Para qué pedir ayuda en un proceso de duelo?
Un proceso de duelo no necesita siempre de un acompañamiento terapéutico, excepto en aquellas situaciones en que existe el riesgo de que se de un duelo complicado.
Un duelo complicado presenta desafíos adicionales y persistentes en comparación con un proceso de duelo típico. Varios factores pueden contribuir a la complejidad del duelo, y es importante tener en cuenta que estos factores no son exclusivos y pueden interactuar de diversas maneras. Algunos de los factores que pueden hacer que un duelo sea más complicado incluyen:
Circunstancias de la Pérdida:
- Muerte traumática o violenta.
- Suicidio.
- Pérdida de un ser querido en circunstancias inesperadas o impactantes.
Relación con la Persona Fallecida:
- Relaciones conflictivas o no resueltas.
- Dependencia emocional excesiva.
- Sentimientos de culpa o resentimiento hacia el difunto.
Historia Personal y de Salud Mental:
Historia de trauma o abuso.
Trastornos de salud mental preexistentes.
Falta de habilidades de afrontamiento efectivas.
Falta de Apoyo Social:
- Carencia de una red de apoyo sólida.
- Aislamiento social.
- Reacciones negativas o insensibles de la comunidad.
Cambio en las Circunstancias de Vida:
- Pérdida de estabilidad financiera.
- Cambios significativos en el entorno familiar o laboral.
- Pérdida de roles significativos (por ejemplo, cuidador principal).
Múltiples Pérdidas:
- Experimentar varias pérdidas en un corto período.
- Pérdidas acumulativas que intensifican el impacto emocional.
Expectativas No Cumplidas:
Expectativas no satisfechas en la relación con la persona fallecida.
Pérdida de sueños y metas compartidas.
Dificultades para Aceptar la Realidad:
- Negación persistente de la pérdida.
- Dificultades para ajustarse a la realidad sin la presencia de la persona fallecida.
Condiciones Culturales o Religiosas:
- Conflictos con las creencias culturales o religiosas sobre la muerte y el duelo.
- Falta de rituales o apoyo cultural para el proceso de duelo.
Problemas de Autoestima y Autoconcepto:
- Pérdida de identidad en la relación con la persona fallecida.
- Desafíos para reconstruir una imagen positiva de uno mismo.
La presencia de estos factores no garantiza que el duelo sea complicado, pero pueden aumentar la probabilidad de que surjan complicaciones por lo cual puede ser necesario buscar un acompañamiento terapéutico.
Causas de pérdidas y duelos
1. Duelo por Pérdida de un Ser Querido: La pérdida de un ser querido es una de las experiencias más difíciles que puede enfrentar una persona. El proceso de duelo puede puede ser anticipado (cuando la pérdida es previsible, como en enfermedades terminales) o repentino (cuando la pérdida ocurre de manera inesperada). Cada subtipo presenta desafíos únicos para el proceso de duelo.
2. Duelo por Pérdida de una Relación: La ruptura de relaciones, ya sea a través del divorcio o la separación, también desencadena un proceso de duelo. Este tipo de duelo puede implicar la pérdida de la compañía, la estabilidad emocional y la identidad compartida. Es fundamental abordar tanto el duelo individual como el duelo relacionado con la dinámica de la pareja.
3. Duelo Laboral: La pérdida de un empleo puede provocar una serie de emociones, como la ansiedad financiera, la pérdida de identidad profesional y la incertidumbre sobre el futuro. Este duelo puede afectar la autoestima y requerir estrategias específicas para la adaptación a un cambio en la vida laboral.
4. Duelo por Pérdida de Salud: Las enfermedades crónicas o las discapacidades pueden desencadenar un proceso de duelo relacionado con la pérdida de la salud y la adaptación a una nueva realidad física. La aceptación y el ajuste a las limitaciones son aspectos esenciales de este tipo de duelo.
5. Duelo por Pérdida de una Oportunidad: La pérdida de una oportunidad, ya sea académica, profesional o personal, puede generar sentimientos de frustración y desilusión. Explorar estos duelos puede ayudar a comprender cómo las personas enfrentan la adversidad y desarrollan resiliencia.
¿Cómo lo haremos? Acompañamiento terapéutico
Con el acompañamiento terapéutico adecuado y con mucho cuidado y respeto.
Gracias a mi experiencia en este ámbito, y a un trabajo individual o familiar, podremos abordar aquellas dificultades que te están impidiendo poder hacer un proceso de duelo sano.