Las terapias online han emergido como una herramienta esencial para proporcionar apoyo psicológico a quienes lo necesitan, especialmente en tiempos donde el distanciamiento físico es una realidad, y donde aumenta la demanda de servicios de apoyo psicológico. Permiten superar barreras geográficas y de tiempo, ofreciendo flexibilidad y accesibilidad.
Sin embargo, puede presentar desafíos únicos en cuanto a la relación entre el terapeuta y el paciente. Al ser una modalidad relativamente nueva, la terapia online puede hacer que tanto terapeutas como pacientes se sientan un poco distantes.
Pero al igual que en la terapia presencial, es vital mantener un buen vínculo terapéutico para que el proceso sea efectivo. La tecnología es solo una herramienta; el corazón de la terapia sigue siendo la relación entre el paciente y el terapeuta. A continuación, compartiré algunas estrategias útiles para mantener y fortalecer esta conexión en un entorno virtual.
Algunas estrategias que mejoran la alianza terapéutica en las terapias online
Naturalmente, el ser humano es un ser social. Buscamos constantemente la conexión con otros, y eso se refleja también en el espacio terapéutico. Por tanto, es esencial encontrar formas de seguir fomentando esa conexión, incluso cuando las circunstancias nos obligan a estar separados físicamente.
En las líneas siguientes, exploraremos algunas estrategias que puedes implementar para fortalecer la relación terapéutica en tus sesiones de terapia online con tu psicólogo, manteniendo así un ambiente de confianza y entendimiento mutuo.
Crea un espacio dedicado para las terapias online
Aunque estés en tu hogar, es fundamental que tengas un rincón específico para tus sesiones de terapia. Esto no solo ayuda a que te concentres mejor, sino que también envía un mensaje a tu mente: «este es un momento para mí».
Busca un lugar tranquilo, cómodo y que no sea tu cama, libre de distracciones (aparatos encendidos, mascotas, otros familiares). Comprueba que la cámara y el micrófono que usarás funcionen correctamente. Si es posible, emplea auriculares para aislar el sonido y garantizar la privacidad.
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Comunicación verbal y no verbal
Recuerda que, en una sesión en línea, tu terapeuta no tiene acceso a todas las señales no verbales que podrías ofrecer en un encuentro cara a cara. Por eso, es vital ser expresivo y comunicativo.
Si sientes que algo te incomoda, exprésalo. Si algo te emociona, comparte esa emoción. Los pequeños gestos, como asentir con la cabeza o mantener el contacto visual, pueden marcar una gran diferencia.
De igual manera, es natural que surjan problemas técnicos. Si en algún momento no escuchas bien o la conexión falla, comunica inmediatamente la situación. La transparencia es esencial para mantener una comunicación fluida durante las sesiones de terapias online.
Mantente presente durante la sesión
La terapia en línea puede hacerte sentir que estás viendo una película o un video, pero es vital recordar que estás en una conversación bidireccional con otra persona. Mantente activamente involucrado, toma notas si es necesario y evita la tentación de abrir otras pestañas o hacer otras cosas mientras estás en sesión.
Hacer ejercicios de mindfulness antes de iniciar la terapia puede ser útil. Respira profundamente, cierra los ojos por un momento y conecta lo que sientes. Estos pequeños rituales te ayudarán a centrarte en el aquí y ahora, preparándote mejor para la sesión.
Usa la tecnología a tu favor
Más allá de la videoconferencia, hay otras herramientas que pueden ser útiles. Por ejemplo, compartir imágenes, audios o vídeos que te representen emocionalmente. Estos elementos pueden proporcionar un contexto adicional y permitir una conexión más rica con tu terapeuta.
Puedes dialogar con tu terapeuta al respecto e indicarle, si sientes la necesidad, del uso de estas herramientas tecnológicas durante la sesión.
Mantén el contacto visual
Mirar a los ojos, aunque sea a través de una pantalla, crea un fuerte lazo emocional. Trata de ubicar tu cámara a la altura de tus ojos y mantener el contacto visual. Esto transmitirá tu presencia y te ayudará a percibir las reacciones y emociones del terapeuta.
Para que esto sea totalmente efectivo, es preciso poseer un buen sistema de iluminación. Si en tu casa no encuentras esta característica, adquiere una buena lámpara que pueda posicionarse a la altura correcta para este fin.
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Practica la escucha activa
Escuchar activamente significa estar totalmente presente y prestar atención a las palabras de tu terapeuta y a lo que sientes y piensas. Asegúrate de no tener otras pestañas abiertas o distracciones. Al estar completamente inmerso en la conversación, la distancia virtual se siente mucho más corta.
Si presientes que no podrás mantener la atención, dialoga con el terapeuta y juntos podréis establecer estrategias para cuando aparecen algunos distractores o cuando sientes que no estás acertando en la escucha.
Confía en el proceso
La terapia online puede sentirse diferente al inicio, pero en muchos casos es igual de efectiva y valiosa. Siempre es recomendable preguntarle al terapeuta que has elegido si puede ayudarte a través de la terapia online. Al igual que en la terapia presencial, se necesita tiempo y compromiso. Tu relación con tu terapeuta crecerá con cada sesión, y juntos superaréis los retos que la modalidad online pueda presentar.
Desafíos actuales de las sesiones de terapias online
A medida que las terapias online se convierten en una opción más frecuente, es importante reconocer los desafíos que pueden surgir. Por un lado, la comodidad de comunicarse desde nuestro hogar puede ser una bendición; no obstante, puede faltar ese sentimiento de conexión humana palpable que se experimenta en un encuentro cara a cara.
Es fundamental que tanto terapeutas como pacientes se esfuercen por mantener un vínculo genuino y empático a través de la pantalla. Además, problemas técnicos como conexiones inestables o fallas en el audio pueden interrumpir el flujo de la sesión.
Por último, es esencial asegurar la privacidad y confidencialidad, elementos claves en cualquier proceso terapéutico. Sin embargo, con compromiso, paciencia y adaptabilidad, las terapias online pueden ser una herramienta valiosa para quienes buscan apoyo psicológico en estos tiempos modernos.
Navegando juntos en la era digital
En las terapias online con las estrategias adecuadas, puedes hacer que estas sesiones sean tan enriquecedoras y conectadas como las presenciales. Recuerda que, al final del día, la terapia es una alianza entre tú y tu terapeuta. Ambos están trabajando juntos hacia un objetivo común: tu bienestar y crecimiento personal.
¡Te animo a aprovechar estas estrategias y a descubrir todo lo que las terapias online tienen para ofrecerte!