Cómo manejar la presión social en relación a las adicciones

Cómo manejar la presión social en relación a las adicciones

La presión social en relación a las adicciones es uno de los factores importantes para comprender el inicio en el consumo de alcohol y otras drogas.

Existe un contexto social en el que los efectos devastadores del consumo de alcohol no se consideran importantes debido a la idea de que «no pasa nada» o «simplemente pruébalo», pero estas ideas están muy lejos de la realidad.

Que se trate de un consumo puntual o inofensivo depende en gran medida del estado emocional de la persona, de su entorno familiar y de la etapa de su vida en que se encuentre y de su grado de vulnerabilidad individual (factores genéticos, ambientales, etc.). Te daré algunos consejos de cómo se debería manejar esta presión social en relación a las adicciones.

Consejos sobre cómo manejar la presión social en relación a las adicciones

Es crucial que estemos bien informados de fuentes de informaciones confiables y profesionales sobre el uso y los riesgos del alcohol, las demás drogas, u otras sustancias que causen adicciones, para poder transmitir conocimientos preventivos ante la presión social que afecta a los jóvenes adolescentes y a los adultos.

Consejos sobre cómo manejar la presión social

Por otro lado, es importante apoyarnos en las diferentes etapas de la vida para que podamos desarrollar habilidades sociales y emocionales que nos permitan establecer límites sabios, reconocer situaciones de riesgo, tener una buena idea de sí y tener espacios seguros donde podamos hablar ante cualquier situación que nos preocupe.

Te invito a leer mi post en relación con la baja autoestima: Baja autoestima y autoconcepto, ¿cómo afecta a tu día a día?

Todos nos hemos encontrado en situaciones en las que hemos tenido que fingir ser alguien que no somos, aceptar hacer algo que en el fondo sabíamos que no nos convenía o expresar nuestras opiniones de una manera diferente a como nos sentíamos en realidad. De esta manera, nosotros nos sometemos indirectamente a la presión social.

Nadie escapa a este fenómeno. Todos experimentamos presión social, la necesidad de encajar y ser aceptados, en mayor o menor grado. Para mí, como psicólogo especialista, esto se debe a que “el ser humano es un ser social que busca un sentido de pertenencia”.

Existe una serie de principios clave en un esfuerzo por liberarse de estos hábitos de comportamiento. El primer paso es ser conscientes de que este fenómeno existe y, en consecuencia, confiar más en nuestros propios criterios y principios.

Una herramienta muy útil para hacer esto es la asertividad. Una persona asertiva expresa sus opiniones teniendo en cuenta las opiniones de los demás y sin dejar de considerar la propia. Es estar entre los estilos pasivos (decir que sí a todo) y agresivo (responder de una manera más indirecta sin respetar al otro).

Pero, en relación con esto, se pueden tener en cuenta algunos consejos como los que desglosaré a continuación para ayudar a lidiar con la presión cuando se alinea con la postura de un grupo.

Te invito a leer: El chantaje emocional; Frases y comportamientos típicos

Decir “no” con moderación

Aprende a decir “no” solo cuando realmente quieras que se respete tu voluntad. Es probable que a veces no estemos completamente seguros. Si no lo estás conviene estar preparado para decir: «No sé», “Supongo” o «Necesito pensarlo». Tan pronto como comiences a sentirte incómodo en una situación particular, es esencial que seas claro y firme en tu respuesta negativa.

No hay necesidad de negociar. Declara tu posición con claridad, de manera intransigente, pero también sin buscar la confrontación. Puedes responder por ejemplo: “No, gracias. No quiero eso ahora. Hazlo tu si quieres, no va conmigo».

Ser consciente de la expresión corporal

Las palabras sólo constituyen una pequeña porción de lo que expresamos. Además, el lenguaje corporal es un elemento importante en la forma en que nos comunicamos con los demás. Tomar una decisión de “no” mientras nos sentimos atraídos por alguien o nos inclinamos en su dirección podría enviar señales contradictorias.

Cuando estamos tranquilos y serios, hacemos contacto visual y no nos movemos, podemos expresar nuestra postura con más fuerza a través de nuestro lenguaje corporal. A veces, el mejor curso de acción es simplemente distanciarse de los problemas potenciales.

Proporcionar alternativas

A veces, por ejemplo, los adolescentes pueden dudar en decir «no» porque creen que sus compañeros no lo encontrarán divertido o que no esté compartiendo cosas que son importantes para el grupo de amigos. Nadie quiere mostrarse arrogante o como si estuviera juzgando las elecciones de otras personas.

Una táctica útil que podría usarse es proporcionar alternativas. Por ejemplo, si alguien te pide que faltes a clase para ir a beber alcohol, puedes responder «Estoy en clase, pero si quieres quedar después de la escuela, tomemos otra cosa, mejor».

Reafirmar valores

Las personas, por ejemplo, aprenden a expresar sus valores cuando toman una decisión que es adecuada para ellos y la mantienen. Lo que es ventajoso para un individuo puede ser peligroso para otro. Finalmente, deben ser ellas quienes tomen sus propias decisiones. Depende de ellas decidir lo que valen y cómo decirlo frente a sus amigos.

Seguir buenos ejemplos

Tratar de modelar o seguir ejemplos de personas que admiramos por cómo son, incluidos los padres o maestros, para entender cómo ellos suelen decir «no» de manera firme. A medida que adquieras estos rasgos positivos, obtendrás consejos prácticos de modelos a seguir y personas con más experiencia.

Pedir ayuda cuando sea necesario ante la presión de grupo

Si tus amistades son las que te llevan a situaciones incómodas, es posible que quieras volver a reconsiderar su amistad. Las verdaderas amistades respetan las decisiones impopulares. Cuando entiendas cómo rodearte de otros que comparten tus valores e intereses, estarás en una situación ideal.

Pedir ayuda cuando sea necesario ante la presión de grupo

Hay algunas personas que tienen más probabilidades de sufrir la presión de grupo o de la sociedad. Cualquier persona con baja autoestima, con inseguridades personales, con miedo al rechazo, suelen ser los primeros en experimentar los efectos de este fenómeno.

Los efectos de la presión social, a menudo incluyen la adopción de conductas de riesgo como el uso de drogas (fumar, beber alcohol sin restricciones). Al buscar ayuda, puede disminuir las situaciones en las que la presión social está presente y puede aumentar la capacidad de decir «no», manteniéndose coherente con principios y voluntad propia.

Los mejores resultados siempre se obtienen cuando se habla del tema con alguien con quien la persona se siente cómodo. Para hacer frente a la presión social en la que te encuentras actualmente, la asistencia psicológica te orienta y aumenta tu sensación de seguridad. Esto te ayuda a fortalecer tu carácter y personalidad.

Si deseas una asistencia profesional, no dudes en contactarme, aquí estaré dispuesto ayudarte y guiarte en este proceso de las adicciones.

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