Ataques de pánico, síntomas y causas

Ataques de pánico, síntomas y causas

Los ataques de pánico son episodios de miedo o temor intenso que provocan una reacción física grave. Los ataques pueden aparecer repentinamente y a menudo ocurren cuando no hay un peligro físico genuino o una causa obvia.

No obstante, los ataques de pánico suelen ser una experiencia muy aterradora para quien los sufre. Puedes sentir que no tienes control, que estás experimentando una enfermedad física o incluso tener dificultad para la percepción de tu seguridad. Muchas veces puedes sentir que te estás muriendo.

Es posible que solo experimentes un ataque de pánico en tu vida, o que experimentes ataques recurrentes que se producen de forma imprevista. Si vives con miedo a un ataque de pánico inminente, puedes estar sufriendo un trastorno de pánico.

Cuáles son los desencadenantes de los ataques de pánico

Los ataques de pánico son más comunes de lo que se cree y afecta a un 4 % de la población. Se presentan mayormente en las mujeres. Estos no ponen en peligro la vida ni son inmediatamente peligrosos. Sin embargo, pueden dañar tu calidad de vida y causar un estrés excesivo.

Pueden tener muchos desencadenantes, entre ellos:

1- Reacción a la medicación.

2- Predisposición genética a los trastornos de ansiedad.

3- Factores de estrés en la vida como la incapacidad de sostener o tolerar la incertidumbre.

4- Una situación traumática.

5- Cambios dramáticos en la vida.

6- Exceso de cafeína y otras sustancias nocivas.

Signos y síntomas de los ataques de pánico

Naturalmente, un ataque de pánico puede producirse de forma súbita y sin previo aviso en cualquier tipo de situación. Puedes experimentar ataques con bastante frecuencia o raramente, dependiendo de lo que desencadena tus ataques de pánico.

Signos y síntomas de los ataques de pánico

Las personas pueden sufrir síntomas tanto físicos como psicológicos mientras experimentan un ataque, y estos pueden durar desde unos pocos segundos hasta una media de diez minutos, o hasta una hora en casos extremos.

Un ataque de pánico puede dejarte exhausto o abrumado. Aunque varían de una persona a otra, los signos y síntomas de un ataque de pánico suelen incluir:

• Aumento de la sensación de temor.

• Miedo a un peligro inminente.

• Sensación de perder el control.

• Miedo a la muerte.

• Náuseas.

• Dolor de cabeza.

• Mareos o aturdimiento.

• Ritmo cardíaco fuerte (palpitaciones) y acelerado (taquicardia).

• Dolor en el pecho.

• Sudoración.

 • Falta de aliento.

• Sofocos o escalofríos.

• Adormecimiento u hormigueo en cara, brazos y manos.

• Sensación de desapego.

Dado que los síntomas de los ataques de pánico son tan intensos, a menudo provocan el temor continuo a experimentar futuros ataques.

Causas de los ataques de pánico

No está claro cuál es la causa. En muchas personas que tienen vulnerabilidad biológica a los ataques de pánico, estos pueden desarrollarse en asociación con cambios importantes en la vida que generen incertidumbre, como casarse, tener un hijo, empezar un nuevo trabajo y con factores de estrés importantes en el estilo de vida.

Hay muchas causas potenciales. Algunas personas experimentan ataques de forma repentina y sin ninguna razón clara. Otros experimentan ataques debido a:

Incapacidad de sostener la incertidumbre

No hay ninguna duda que la vida está llena de cosas y momentos inciertos, y sostener la incertidumbre es para muchos muy complicado.

Vivimos haciéndonos preguntas del futuro para sentirnos seguros e intentar tener todo bajo control en nuestra vida. Pero no hay que negar que muchas situaciones se escapan de nuestras manos y es ahí donde tu mente es la clave para lidiar con la incertidumbre y no tenerle miedo a lo desconocido del futuro.

Enfermedades crónicas

Algunas enfermedades crónicas, como el hipotiroidismo, pueden afectar a los principales procesos fisiológicos del organismo. Esto puede provocar desequilibrios hormonales u otras condiciones que pueden contribuir a la sensación de ansiedad y a los ataques de pánico.

Predisposición genética

Las investigaciones demuestran que los ataques de pánico y el trastorno de pánico a veces son hereditarios, aunque los estudios aún no pueden determinar el motivo.

Abuso de sustancias

Las investigaciones demuestran que las personas que sufren alcoholismo u otras formas de abuso de sustancias son más propensas a desarrollar ataques o trastorno de pánico.

Ansiedad

Los ataques de pánico son la reacción del cuerpo a una amenaza percibida, aunque esta sea infundada o psicológica. Por ello, si experimentas ansiedad, es más probable que tengas un ataque de pánico relacionado con tus fobias o miedos específicos.

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Medicación

Algunos medicamentos pueden causar ansiedad como efecto secundario, lo que puede desencadenar un ataque de pánico.

Ingesta excesiva de cafeína

Beber en exceso líquido con cafeína como café o refrescos o tomar medicamentos para el dolor de cabeza con cafeína puede amplificar la respuesta del cuerpo al estrés. Esto puede provocar un aumento de la ansiedad o ataques de pánico.

Estrés

Los acontecimientos vitales estresantes pueden aumentar el riesgo de sufrir un ataque de pánico. Algunos investigadores creen que el estrés disminuye tu resistencia a una predisposición física a los ataques de pánico.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Si has sufrido un incidente o periodo traumático, los ataques pueden ser un síntoma del trastorno de estrés postraumático.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Cómo se diagnostican los ataques de pánico

Algunos síntomas de un ataque de pánico imitan los síntomas de un ataque al corazón y otras emergencias médicas. Busca atención inmediata si experimentas cualquier síntoma de un ataque al corazón.

Para diagnosticar los ataques, tu médico probablemente hablará contigo sobre tus síntomas. Te hará un examen físico y analizará tu historial médico para descartar o determinar cualquier causa subyacente.

Tu médico puede remitirte a un especialista en salud mental, para que te ayude a controlar tus ataques de pánico. Si experimentas signos o síntomas de un ataque de pánico, lo mejor es buscar atención médica.

Aunque los ataques no son peligrosos, son difíciles de manejar sin tratamiento y pueden afectar tu calidad de vida.

¿Los ataques de pánico tienen tratamiento?

Afortunadamente sí tienen. ¡Y aquí estoy yo para ayudarte! El trastorno de pánico es una enfermedad tratable. Tanto la psicoterapia como los medicamentos se han utilizado, por separado o en combinación, para tratar con éxito los ataques de pánico.

Contáctame,  y te ayudaré con tus ataques de pánico y ansiedad. Juntos podemos lograrlo.

2 comentarios
  1. Marcos
    Marcos
    03/10/2022 a 20:53

    Hola buena tarde ..mi nombre es marcos, consumí cannabis durante 7 años pero no de forma excesiva hace 6 meses tome la decisión de no consumir más porque la ultima vez sentí que me desvanecía (creo que entre en panico) desde entonces esperimente imsonios, taquicardias, malestar general etc..últimamente solo e sentido ataques de pánico siento que voy a morir . ¿Es normal esto después de 6 meses.??

    • Daniele Vasta
      Daniele Vasta • Autor de la publicación •
      06/10/2022 a 17:04

      Hola Marcos, estos ataques pueden darse, y pueden ser ‘naturales’ más que ‘normales’ si el consumo de cannabis tenía la función de evitar ciertas dificultades o complejidades propias de la vida.
      Cuando dejas de consumir entonces te encuentras a lidiar con esa complejidad de forma más realista y si no percibes tener los recursos necesarios para hacerlo pueden darse ataques de ansiedad o pánico.
      Una psicoterapia sería lo más efectivo para analizar tu situación y poder apoderarse frente a esas dificultades.
      También puede pasar que las circunstancias ‘X’ a tu alrededor mejoren, o tu te sientas más eficaz a la hora de lidiar con esa complejidad. En ese caso podrás enfrentarte a solas e ir desarrollando una percepción de autoeficacia (» sí, lo que tengo por delante es duro, difícil, pero yo puedo con ello).
      De no poderlo manejar a solas entonces estaría bien pedir ayuda a un profesional, lo que se suele hacer cuando la persona reconoce que no tiene las herramientas suficientes para solventar un problema (acudes al dentista para un problemas en los dientes, al mecánico para tu coche etc.).
      Un saludo y te deseo que puedas solventar tu problema.

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