La pérdida de una relación afectiva puede generar un conjunto de reacciones cuya intensidad es proporcional al tipo de vínculo que teníamos con la cosa o la persona perdida (Bellver, A., Gil-Juliá, B., & Ballester, R.,2008)
Los efectos de una pérdida afectiva son específicos en cada persona y pueden variar en intensidad a lo largo del tiempo. Algunas pueden sentirse abrumadas, mientras que otras pueden sentir que han perdido su seguridad o que ya no tienen control de su vida.
Otras pueden preocuparse excesivamente y hasta entrar en pánico por la incertidumbre sobre su futuro.
Durante el proceso de duelo es natural sentir rabia, tristeza, a veces culpabilidad e inclusive ansiedad, sin embargo es oportuno vigilar cuando el exceso de estas emociones o estados no evolucionan y empiezan a añadir más dificultades en la vida diaria, transformándose en algunos casos en verdaderos trastornos inhabilitantes.
¿Qué es el duelo por pérdidas afectivas?
Las pérdidas afectivas ocurren, queramos o no, en la vida de cada persona en cualquier parte del mundo. Desencadenan «un conjunto de reacciones emocionales, psicológicas, comportamentales, sociales y físicas que el individuo experimenta como consecuencia de la percepción de una pérdida» (Attig, 1996) conocido como proceso de duelo.
Es un proceso natural y necesario para afrontar la ausencia y el vacío generado por una pérdida. Se suele asociar a la angustia haber perdido a un ser querido o a una persona que ha fallecido, pero también experimentamos el duelo con otros tipos de pérdidas.
¿Pérdida afectiva por muerte de una persona, una mascota, una separación o qué más?
La pérdida afectiva no se limita únicamente a la desaparición física de una persona cercana o de una mascota, sino que abarca también la pérdida de un trabajo, de un lugar, de la separación de pareja, a la pérdida de actividades significativas, la pérdida de la salud por enfermedades, la pérdida de relaciones familiares y de amistades por la inmigración o por la pandemia de la COVID-19.
Qué es el trastorno de la ansiedad por pérdida afectiva
Además de la pérdida de un ser querido, hay muchos tipos de pérdidas, como ya dije anteriormente; muerte de una mascota, pérdida del empleo, una mudanza, la finalización de una relación de pareja, que pueden provocar una preocupación excesiva y desencadenar un trastorno de ansiedad.
Por ejemplo, la ansiedad puede darse por la percepción de desamparo en caso de relación de dependencia/codependencia de la pareja que ya no está.
Las enfermedades graves o terminales o la proximidad de la muerte, pueden ser pérdidas desafiantes que provocan síntomas de ansiedad grave en las personas. La pérdida de apoyo financiero o emocional, también pueden desencadenar el trastorno de la ansiedad.
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Síntomas del trastorno de la ansiedad por pérdidas afectivas
Las personas que sufren el trastorno de la ansiedad por pérdida afectiva, presentan manifestaciones propias del duelo pero en una forma muy intensa tanto que interfieren con las actividades de la vida diaria. Entre ellas:
- Preocupación excesiva
- Inquietud
- Fatiga con facilidad
- Problemas de concentración
- Irritabilidad
- Alteraciones del sueño
- Tensión muscular
- Fobias específicas
- Ansiedad social
Las personas que experimentan ansiedad tras una pérdida afectiva también pueden sufrir ataques de pánico. Los síntomas son dificultad para respirar, dolor en el pecho, sensación de ahogo, náuseas, mareos, sensación de frío o calor y miedo a morir.
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Cuál es el tratamiento para el trastorno de ansiedad por pérdidas afectivas
Para ayudarte a recuperar tu salud, cierto sentido de control, manejar los síntomas y calmar el pensamiento ansioso, el asesoramiento psicológico, y cuando es extremadamente necesaria también la medicación, pueden ayudar a tratar la ansiedad.
La psicoterapia puede introducir habilidades de afrontamiento para los síntomas de ansiedad y enseñarte a replantear los pensamientos no beneficiosos por otros más útiles y adaptativos, interrumpiendo los comportamientos perjudiciales.
Si estás pasando por esto, comunícate conmigo y te ayudaré a salir de esta situación, ¡Juntos podemos lograrlo!
Recomendaciones para afrontar el trastorno de ansiedad por pérdida afectiva
A continuación, te presento una serie de recomendaciones que pueden ser de gran ayuda para afrontar el trastorno de ansiedad causada por pérdidas afectivas:
Vuelve a lo básico
La ansiedad puede dificultar la atención de tus necesidades diarias. Así que, si no estás seguro de por dónde empezar a gestionar la ansiedad tras una pérdida, vuelve a lo básico. Toma medidas para mejorar el sueño, comer sano y ejercitar tu cuerpo.
Pasa tiempo con la familia y los amigos que te dan apoyo y cierto bienestar. Participa en tus actividades favoritas y pon en el calendario cosas que sabes que vas a disfrutar. Cuando las tareas diarias empiecen a parecer más manejables, tu ansiedad tendrá más posibilidades de remitir.
Encuentra una comunidad de apoyo
Nadie debería sentirse solo en el proceso de duelo. Si no puedes contar con la familia o con amigas y amigos, los grupos de apoyo en tu centro comunitario local, hospital o escuela, son comunidades maravillosas que te ayudarán a compartir tus pensamientos y a rodearte de otras personas.
Si no puedes encontrar nada en tu propia comunidad, considera los grupos en línea que pueden conectarte con personas que experimentan pérdidas similares.
Pide ayuda
Si tienes tareas financieras u otras tareas que necesitan ser abordadas después de una pérdida, no dudes en pedir a la familia y amigos que intervengan y presten ayuda.
Hablar con un profesional sobre la pérdida y obtener herramientas para manejar los síntomas también puede ayudar a prevenir un duelo complicado o el desarrollo de un trastorno de ansiedad.
Asegúrate de consultar a tu médico para comprobar que los problemas de salud física no están contribuyendo a tu nivel de ansiedad. Con el autocuidado y el apoyo adecuado, puedes recuperar la sensación de control tras una pérdida.
Si crees que tú o alguien que te importa puede estar sufriendo un trastorno de la ansiedad por pérdida afectiva te recomiendo que busques ayuda de un especialista que realice un diagnóstico adecuado y brinde el apoyo necesario. ¡Aquí estoy yo para ayudarte!