El término «tóxico» significa algo así como «venenoso». Esta descripción es bastante precisa. Una relación tóxica te deja literalmente vacío y envenena tus pensamientos y tu autoestima. En un momento estás sentado frente a tu pareja cariñosa, y cinco minutos más tarde de repente es verbalmente abusivo.
En una relación tóxica, existe básicamente un desequilibrio de poder. Uno de los miembros de la pareja suele estar en una situación de dependencia emocional. La parte dominante muchas veces es consciente de ello y trata al otro según su estado de ánimo: a veces cariñoso, a veces indiferente, a veces hiriente. La pareja emocionalmente dependiente resta importancia a este comportamiento o incluso, lo defiende.
En resumen, una relación tóxica tiene que ver con la dominación y la dependencia. Los deseos de la pareja dominante son primordiales, mientras que la otra parte tiene que cumplirlos. El apoyo mutuo se busca en vano. La mayoría de las personas sienten en su interior que la relación se basa en un esfuerzo unilateral. Sin embargo, a menudo se necesita mucho tiempo para salir de una relación tóxica.
¿Cuáles son las señales de que estamos en una relación tóxica?
Ser consciente de que la relación es tóxica es vital para protegerse de una ruptura. Permanecer en una relación tóxica es como mantener la mano en el botón de autodestrucción. El comportamiento tóxico existe en un espectro.
Todas las personas y todas las relaciones hacen estas cosas a veces, pero eso no las hace tóxicas. Las relaciones tóxicas se definen por su consistencia, intensidad y deterioro.
Dejar una relación nunca es fácil, pero permanecer demasiado tiempo en una relación así hará que toda la fuerza, el valor y la confianza que hay en ti se erosionen hasta desaparecer.

Si te sientes mal todo el tiempo por la relación, no es normal
Te duermes vacío y te despiertas igual de mal. Miras a otras parejas haciendo sus actividades «de pareja feliz» y sientes «el escozor». ¿Por qué no podría sucederte ese tipo de amor? Tal vez, primero tienes que despejar el camino para que llegue el tipo de amor y de relación que añoras y entender en qué tipo de relación estás.
No hay esfuerzo por la otra parte
Cuando no hay un esfuerzo por aportar en la relación y por pasar tiempo razonable contigo, por compartir las cosas que son importantes para ti, la relación deja de funcionar. Llega un momento en que la única forma de responder a «Bueno, estoy aquí, ¿no? » es « Sí. Pero tal vez sería mejor que no estuvieras«.
Evitas decir lo que necesitas porque simplemente no tiene sentido
Todos tenemos necesidades importantes en las relaciones. Algunos de las más importantes son la conexión, la validación, el aprecio, el amor, el sexo, el afecto.
Cuando esas necesidades son burladas o ignoradas, el vacío de esa necesidad insatisfecha clamará como una vieja campana. Si tus intentos de hablar sobre lo que necesitas terminan en una pelea, una (otra) promesa vacía, acusaciones de necesidad, inseguridad, celos o locura, enterrarás la necesidad o te molestará que se siga pasando por alto. De cualquier manera, es tóxico.
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Se comporta de manera pasivo-agresiva
El comportamiento pasivo-agresivo es un ataque indirecto y un movimiento cobarde de control. La toxicidad radica en que te roba la capacidad de responder y de que los asuntos los trates directamente.
El ataque es sutil y a menudo se disfraza de otra cosa, como el enfado disfrazado de indiferencia «da igual» o «estoy bien»; la manipulación disfrazada de permiso «me quedaré en casa solo mientras tú sales y te diviertes«, y lo peor: un villano disfrazado de héroe, «pareces muy cansado, cariño«. «No tenemos que salir esta noche, quédate en casa y prepárate algo para cenar y yo me tomaré unas copas con mi amiga María a solas, ¿vale?«.
Sabes que la acción o el comportamiento han sido diseñados para manipularte o herirte, porque puedes sentir el roce, pero no es lo suficientemente obvio como para responder a la cuestión real. Si merece la pena enfadarse, merece la pena hablar de ello, pero el comportamiento pasivo-agresivo cierra cualquier posibilidad de hacerlo.
No se resuelve nada
Toda relación tiene sus problemas. Pero, en una relación tóxica, cualquier conflicto termina en una discusión y nada se resuelve. No hay confianza en que la otra persona tenga la capacidad de tratar el problema de una manera segura y que preserve la conexión. Cuando esto sucede, las necesidades quedan enterradas, y en una relación, las necesidades no satisfechas siempre alimentarán el resentimiento.
¿Privacidad? ¿Qué privacidad?
A no ser que le hayas hecho algo a tu pareja que no estaba establecido en tu relación, entonces mereces que confíe en ti. Todo el mundo merece un cierto nivel de privacidad y las relaciones sanas pueden confiar en que no se hará un mal uso de ella.
Si tu pareja revisa constantemente donde vas, tu móvil, tus redes sociales, tus recibos, facturas de teléfono, mensajes de texto, etc esto demuestra un nivel tóxico de control. Es degradante, eres un adulto y no necesitas una supervisión constante.
Abuso físico o verbal. O ambos.
El abuso físico y verbal son los factores decisivos. Sabes que lo son…

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Creo que puedo estar en una relación tóxica. ¿Y ahora qué?
Si te sientes indentificado/a con estas acciones en tu relación, tu relación posiblemente es tóxica, seguramente te está cambiando y es el momento de dejarla o de levantar un muro muy grande. Ten claro dónde empieza la relación y dónde empiezas tú. Mantén la distancia emocional y piensa que es algo que hay que gestionar, más que algo que hay que vencer o entender. Busca los patrones y busca los desencadenantes. Busca ayuda.
Luego, sé consciente de lo que está bien y lo que no. Por encima de todo, sabes que eres fuerte, completo y vital. No te creas ningún empujón de corazón diminuto y de mente cerrada que te haga creer lo contrario. ¡Eres increíble!
Y por último…
Hay muchas razones por las que puedes acabar en una relación tóxica, y ninguna de ellas tiene que ver con la fuerza de carácter o el valor.
A veces la toxicidad crece y te ciega y, cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde: el coste de dejarlo puede parecer demasiado alto o las opciones son limitadas. ¡No caigas, evita este tipo de relaciones!
Si sientes que necesitas ayuda para comenzar este proceso, aquí estoy yo para acompañarte en este camino. Contáctame, estoy para ti.