La agorafobia, ¿conoces que es? ¿Tienes miedo de sufrir un ataque de pánico cuando estás en un lugar público?, ¿Tiendes a evitar los lugares que te hacen sentir incómodo, como los centros comerciales, los eventos o el transporte público?, ¿Has empatizado con alguna de estas situaciones? ¿O conoces a alguien que lo haga?…
Si te resuenan estas preguntas y tú respuestas tienden a ser afirmativas puedes estar sufriendo Agorafobia.
La agorafobia es una patología psicológica muy limitante, pero se puede solucionar. En danielevasta.com recibirás ayuda especializada, terapia cognitivo-conductual y cambios en el estilo de vida, que te pueden ayudar a superar el trastorno y podrás volver a participar en las cosas o actividades que te gustan sin sentirte mal.
Cuanto antes se diagnostique el trastorno, mejor funcionarán los tratamientos. En el siguiente artículo encontrarás más información sobre qué es la agorafobia, sus síntomas y algunas pautas para ayudar a las personas con agorafobia.
¿Qué es la agorafobia?
La agorafobia es un trastorno de ansiedad que provoca un miedo intenso a sentirse abrumado o a no poder escapar o conseguir ayuda. El miedo y la ansiedad suelen hacer que las personas con agorafobia eviten, por ejemplo, los lugares nuevos y las situaciones desconocidas tales, como:
- Espacios abiertos o cerrados.
- Las multitudes.
- Lugares fuera de su casa.
- Transporte público.
La ansiedad surge del miedo a no tener escapatoria ni ayuda disponible cuando la ansiedad se intensifica. Muchas personas con fobia a los espacios abiertos la desarrollan después de uno o más ataques de pánico y se preocupan de que vayan a tener otro ataque, por lo que evitan los lugares en los que podrían tener otro ataque.
Igualmente, a las personas con agorafobia les resulta difícil sentirse seguras en los lugares públicos, especialmente en los lugares donde hay grandes multitudes. En los lugares públicos, pueden sentir la necesidad de que alguien les acompañe, como un familiar o un amigo. Pueden sentirse tan abrumados por el miedo que no pueden salir de su casa.
Aproximadamente entre el 1% y el 2% de los adultos de los Estados Unidos han sido diagnosticados con agorafobia. Aproximadamente el 2% de los adolescentes la padecen. La agorafobia es más común entre las mujeres. Suele empezar antes de los 35 años.
Además, durante la pandemia del COVID esta patología ha empeorado en muchos pacientes por la obligatoriedad de permanecer en casa, la reducción de contacto físico y el miedo a contraer la enfermedad.
Factores de riesgo de la agorafobia
Puede comenzar en la infancia, pero suele desarrollarse al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta, normalmente antes de los 35 años, aunque las mujeres son diagnosticadas de agorafobia con una frecuencia ligeramente superior a la de los hombres.
Los factores de riesgo para desarrollar agorafobia incluyen:
- Tener ataques de pánico u otras fobias.
- Experimentar acontecimientos vitales estresantes, como la muerte de un ser querido, ser atacado o sufrir abusos.
- Tener un carácter nervioso o ansioso.
- Responder a los ataques de pánico con un exceso de miedo y aprensión.
- Tener un familiar con agorafobia.
¿Qué causa la agorafobia?
No está claro qué causa la agorafobia. Sin embargo, suele estar asociada a un trastorno de pánico existente. El trastorno de pánico provoca ataques cortos e intensos de miedo sin ninguna razón en particular. Aproximadamente un tercio de las personas que padecen un trastorno de pánico desarrollan agorafobia. Pero también puede aparecer sola.
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Todo el mundo experimenta ansiedad. Pero un trastorno de ansiedad provoca una preocupación excesiva que afecta a las actividades diarias. La agorafobia puede hacerte sentir un miedo y un estrés extremo, lo que puede llevarte a evitar situaciones y a limitar mucho la posibilidad de vivir el día a día.
La biología (incluidas las enfermedades y la genética), el temperamento, el estrés ambiental y las experiencias de aprendizaje pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la agorafobia.
Los signos de la agorafobia son similares a los de un ataque de pánico. Pueden experimentar:
- Dolor en el pecho o taquicardia.
- Sentir miedo o temblor.
- Hiperventilación o falta de aire.
- Mareos o aturdimiento.
- Escalofríos repentinos o enrojecimiento (cara roja y caliente).
- Sudoración excesiva (hiperhidrosis).
- Malestar estomacal.
Si crees que tienes agorafobia y la ansiedad interfiere en tu vida diaria, debes hablar con un médico de atención primaria, un psicólogo o psiquiatra. Tal como el enlace que te mostré al principio del artículo, si tienes miedo de ir a una consulta médica en persona, puedes programar una cita por teléfono o por vídeo.
¿Cómo son los tratamientos para la agorafobia?
El tratamiento de la agorafobia suele consistir en una combinación de diferentes métodos: terapia, medicación y cambios en el estilo de vida. Un terapeuta puede ayudarte a superar tus miedos. Mediante la terapia cognitivo-conductual (TCC), un profesional de la salud mental puede ayudarte a reconocer los pensamientos que te causan ansiedad. Luego aprenderás a reaccionar de forma más productiva.
Utilizando técnicas de relajación y desensibilización, tu psicólogo puede hacerte imaginar, en un entorno totalmente seguro, una situación de miedo y manejar los sentimientos. Con el tiempo, podrás participar en actividades que te produzcan ansiedad y sabrás cómo gestionar tus emociones. Más adelante, la terapia puede entrenar al cerebro para que piense de forma diferente.
Tu médico, también puede sugerirte medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o inhibidores de la receptación de serotonina-norepinefrina (IRSN). Estos medicamentos pueden tratar los síntomas de la depresión y los trastornos de ansiedad. Aun así no serán suficientes para que te empoderes de los recursos necesarios para lidiar con tu ansiedad y las fobias. La psicoterapia resulta ser necesaria y complementaria a cualquier tipo de tratamiento farmacilógico.
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Puedes intentar controlar la agorafobia con cambios en el estilo de vida:
- Evitar el alcohol, las drogas y la cafeína (café, té y refrescos, por ejemplo).
- Llevar una dieta sana y equilibrada.
- Hacer ejercicio con regularidad.
- Practicar ejercicios de respiración.
Recomendaciones Finales
Cuídate mucho, toma la medicación según lo prescrito y practica las técnicas que aprendas de tu terapeuta. Y no te permitas evitar las situaciones y lugares que te provocan ansiedad. La combinación puede ayudarte a hacer actividades que te gustan con menos miedo.
La agorafobia puede hacerte sentir miedo y aislamiento. Pero con tratamiento, puedes controlar los síntomas y llevar una vida plena. Si la agorafobia o cualquier otro trastorno de ansiedad afecta a tu forma de vida y te limita, puedes llamarme. Una conversación abierta y honesta puede conducir a la ayuda que necesitas para vivir una vida plena.